¿Qué ha pasado? ¿No funciona la red? ¿Se ha ido la conexión a Internet? ¿Es culpa mía o de la operadora? Estas son algunas de las preguntas más habituales que podemos experimentar cuando observamos que la operatividad en casa o en el trabajo no es la misma. Esto no es nada nuevo y, aunque no debería ser así, esta puede sufrir variaciones según el momento y la situación y volverse muy inestable.
No hay un único motivo por el que la conexión a Internet falla
Seguro que en más de una ocasión has pensado cuál es el motivo por el que tu Internet se conecta y desconecta tanto. Para empezar, lo primero que vamos a indicar y que debes saber antes que nada es que no hay un único motivo por el que este puede fallar, aunque pueda parecer algo extraño.
Este inconveniente tan relacionado con las antiguas conexiones por cable lleva acompañando a los usuarios desde hace décadas, pero por suerte tiene arreglo. Actualmente se instala y se hace uso de la fibra óptica, un cambio que ha beneficiado a todos los usuarios, trayendo consigo más rapidez y estabilidad en la navegación inalámbrica.
De todos modos, esto no quiere decir que estemos exentos de problemas. Para ello, y sobre todo para que tampoco nos cause un estrés con la situación, podemos tener en cuenta una serie de consejos y medidas que podemos tomar para evitar los cortes de Internet, y sobre todo la pérdida de velocidad.
Esto puede ocurrir al navegar por la red, pero se acentúa cuando estamos haciendo un uso intensivo de la misma. Por ejemplo, hablamos de cuando vemos un vídeo en 4K que requiere de una buena conexión, así como a la hora de descargar archivos pesados.
Cómo averiguarlo y posibles soluciones
Porque sí, lo sabemos: actualmente es imposible imaginarse el mundo sin conexión a Internet, después de todo es una de las principales fuentes de trabajo y conocimiento en el planeta. Con todo, son muy diferentes las causas que pueden generar que nuestra conexión a internet se desconecte a cada instante. Ya sea porque se está descargando una película, serie o un juego…
Obviamente, antes de prestar a otros posibles inconvenientes, vale mencionar que tenemos que comprobar primero que nuestra conexión de fibra no está presentando problemas físicos. Esto quiere decir que no exista una mala conexión en los distribuidores de línea, que el cable se encuentre en buen estado y bien conectado a tu ordenador.
O que el servidor de telecomunicaciones no esté presentando problemas a la hora de conectarnos. Si todo esto está bien, entonces debemos comprobar que no tienes problema con el WiFi o el router. Igualmente, la recomendación es que realices un test de velocidad de tu WiFi. Algunos otros motivos pueden ser los siguientes:
- Comprobar si el problema se debe a una mala ubicación. La ubicación de tu wifi es importante para tener una buena conexión, ya no todos los lugares de la casa son igual de válidos. Tienes que tener en cuenta que cuanto más lejos esté ubicado el router del lugar donde sueles navegar peor irá la conexión. Evita tener mucha distancia o situarlos cerca de otros elementos que puedan generar problemas, como por ejemplo muebles metálicos.
- Cómo saber si el router es el culpable de los problemas en tu conexión a Internet. Lo principal es que observes las luces del router y compruebes si está todo correcto. Si ves alguna anomalía en las luces lo mejor es que llames a tu compañía, y ellos te den la solución. Otra solución que también recomendamos es que accedas al router.
Router por cable o inalámbrico
Si aún no has reiniciado el router, apaga el dispositivo y desenchufa el cable de alimentación del router para comprobar tu conexión a Internet. Espera mínimo 10 segundos y vuelve a enchufarlo. Espera a que las luces indicadoras de la parte frontal de éste dejen de parpadear.
Las luces parpadeantes indican que el router está completando las autocomprobaciones y trabajando para establecer una conexión a Internet. A continuación, enciende tu dispositivo, ya sea ordenador, smartphone, tablet… finalmente, realiza la conexión en tu equipo y comprueba si es estable.
Revisar todos los cables
Muchas veces, la solución está en utilizar otro cable de red para que la conexión a internet se normalice. Chequea que los conectores RJ45 del cable de red se encuentren firmemente conectados, tanto en el router como en la PC.
Para asegurarnos que las interconexiones se encuentren en buen estado, desconectamos y volvemos a conectar las fichas para descartar falsos contactos. Un dato que nos puede ser útil es que la mejor manera de saber si los conectores están bien asegurados es escuchar un ‘click’ cuando conectamos las fichas a los dispositivos.
Comprobar retardo de conexión
También conviene comprobar el retardo de esta conexión con el clásico comando ping. Para ello podemos usar un terminal móvil con alguna aplicación dedicada (como Ping Analyzer)… o más sencillo aún: si tenemos un PC en casa teclear en el terminal o símbolo del sistema (en Windows debemos buscar ejecutar>cmd) la dirección del router y ver si hay comunicación entre ambos y el tiempo de respuesta que debería ser inferior a 1 o 2 ms.
Si esta prueba indica que hay paquetes perdidos o un tiempo de respuesta muy elevado, entonces probablemente tengamos algún problema en el enlace interno de la red que estemos usando, ya sea por falta de cobertura, porque algún extensor o adaptador de red WiFi o PLC haya dejado de funcionar, por un exceso de saturación de peticiones al router.
Problemas con el navegador y el proveedor
En su caso, si el Internet va muy lento y has comprobado que no es a causa de los motivos anteriores, otra explicación es que el problema se trate de dos vías: O bien de tu navegador o del proveedor (la operadora). Para el caso del primero, puede ser que alguna vez hayamos instalado alguna barra, extensión o complemento nuevo; desactívalo o elimínalo para asegurarte si es lo que está provocando la navegación lenta.
Por otra parte, algunas veces los proveedores también sufren interrupciones en el servicio. Si tienes oportunidad de verificar con los datos móviles de tu móvil, llama e informa a tu operadora acerca del problema.
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