Se está cociendo una importante crisis en el mercado de la producción de chips en Asia y solo hay un fabricante de dispositivos y tecnología que tiene el toro agarrado por los cuernos. Si las previsiones de los medios especializados asiáticos salen como indican, en 2024 gran parte de las marcas se podrían encontrar ante serios problemas.
Hay dos fabricantes que se lanzaron a la aventura de fabricar chips de 3 nm con un sistema de integración que auguraba muy buenos resultados y ayudaría a dar un importante salto tecnológico. Fueron Samsung y TSMC, quienes comenzaron teniendo muy claro que no iba a ser un camino de rosas. Con la presión del mercado y las cifras en su contra, sabían que tendrían que sufrir hasta poder alcanzar tanto la rentabilidad como un flujo de producción que les permitiera comenzar a ver resultados en positivo. No obstante, las cosas no parece que vayan bien.
La producción todavía no despega
Estas dos empresas empezaron con la producción de circuitos integrados en el año 2022 y la previsión era que ya en 2023, al menos en unas fechas como estas, cercanas a final del ejercicio, se hubiera alcanzado un rendimiento por oblea que fuera del 70%. Esa sería la situación ideal. De todas formas, meses atrás, ya en este 2023, los medios asiáticos dejaban claro que el progreso no era el esperado. Las dos empresas se habían encontrado con serias dificultades y no podían superar un rendimiento que se alejara del 60%.
Y lo que supone no poder alcanzar la productividad que necesitan en la producción de los chips de 3 nm es que no tienen capacidad para llegar a la demanda que se realiza de la mano de sus clientes. Si tenemos en cuenta que esta es cada vez más alta por lo que supone el uso de esta tecnología integrada, es obvio que para TSMC y Samsung es un gran problema. Pero lo preocupante es que TSMC tiene un quebradero de cabeza adicional: que uno de sus clientes se coloca por encima de los demás.
Apple no deja nada al azar
La presión que siente TSMC de su relación de proveedor-cliente con Apple es demasiado intensa como para que la dejen pasar o que no le den tanta relevancia. Los datos muestran que, en el año 2022, más del 20% de los ingresos de la empresa taiwanesa vinieron de las arcas de Apple. Eso los convierte no solo en su mejor cliente, sino en una empresa que tiene tal importancia en el desarrollo futuro de su negocio que pueden empujarles a tomar medidas concretas que les beneficien y les aseguren el flujo de chips de 3 nm que necesitan para alimentar sus iPhone.
Y la mejor forma de comprobar ese control que tiene Apple sobre TSMC y esa fuerza sobre su rendimiento se encuentra en que, en medio de esta crisis, la firma de la manzana logró que la marca taiwanesa se hiciera responsable de las unidades defectuosas de obleas de chips de 3 nm. Eso, en un entorno industrial, no es precisamente habitual. Lo que suele ocurrir es que el cliente es el que corre con este gasto y no a la inversa. No obstante, esa fuerza que tiene Apple sobre TSMC llevó a la aceptación de las condiciones, unas condiciones que, a la larga, no han hecho sino frenarles más en su búsqueda de la estabilidad.
Al margen de esto, lo que ya ha quedado claro en la prensa asiática es que la producción de TSMC en las obleas de 3 nm se va a concentrar en un objetivo principal: suministrar a Apple todos los chips que necesita para el iPhone. Lo que puedan hacer en 2024 al margen de esto, se dedicará a otros clientes, pero hoy por hoy, la empresa de la manzana va a ser la primera a la que le lleguen sus pedidos. Y no parece que vayan a cubrir un porcentaje de sus pedidos mientras le dan atención a sus demás clientes, sino que hasta que no cubran toda su demanda no seguirán trabajando con el resto. En la práctica, Apple podría llegar a tener una fuerza sobre el mercado importante, sobre todo a la vista de que sabe los problemas de suministro a los que se enfrentarían sus rivales.
Algunas de las empresas que también están esperando estos chips de TSMC incluyen nombres como Qualcomm, Nvidia, MediaTek o AMD, en definitiva, peces gordos que cuentan con una importancia enorme en cuanto a los componentes que tienen los móviles y otros dispositivos de todo tipo de marcas. Por lo tanto, no se puede decir que no vayamos a comenzar el año con cierta tensión en el mercado, en especial porque los analistas no creen que TSMC vaya a poder cubrir la producción de obleas de 3 nm que necesitaría para no entrar en crisis. Habrá que ver, en paralelo, qué ocurre con Samsung.
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