
No es lo mismo ver la Smart TV en el salón que tumbado en la cama. Al menos, en lo que se refiere a la posición -altura- en la que debes estar colocado el televisor. Por mucho que no lo creas, la posición ideal va a depender de dos factores clave: dónde y cómo te acuestas. En función de esto, entonces será el momento de encontrar el lugar perfecto.
Tanto si la vas a tener en un mueble como si la vas a colgar de la pared, la Smart TV se debe colocar una posición idónea. El hecho de poner el televisor a una altura incorrecta no solo afectará a la calidad de imagen que disfrutes como espectador, sino que tiene otros inconvenientes. Hace falta que se coloque de una manera correcta para que sea cómodo para el usuario y a la vez saludable.
¿Cuál es la posición ideal para la Smart TV?
Si vas a ver el televisor tumbado, entonces hay varios puntos que debes tener presentes a la hora de colocar la Smart TV. Más que nada porque no es lo mismo disfrutar de la TV sentado en el sofá o en una silla que directamente tumbado en la cama.
Si es la TV principal del salón, la pantalla se tiene que colocar pensando en que las personas van a estar sentadas al ver la televisión. Hasta ahí todo claro, pero si es para tu habitación, lo más probable es que vayas a estar siempre en la cama. Si es así, estos son los factores a tener en cuenta:
Altura perfecta
Lo recomendable en todo momento es que el centro del televisor esté a la altura de los ojos cuando estés acostado. Esto implica que se tenga que colocar a unos 100 o 120 centímetros aproximadamente desde el suelo -o hasta un poco más, en función del colchón y la distancia que se tenga frente a la TV-.
¿Se puede inclinar?
En caso de tener la TV en un soporte, lo más probable es que hayas comprado uno que te permita inclinar al menos un poco la pantalla. Si es así, es un plus con el que puedes jugar a la hora de posicionar el televisor. Lo ideal es que esté inclinada unos 10 o 20 grados hacia abajo, por lo que es una de las ventajas de usar un soporte de pared. El objetivo de esto es que no fuerces el cuello hacia arriba para ver la tele.
Para ajustar correctamente la inclinación no hace falta que te pongas a medir ángulos, solo tienes que asegurarte de que no necesitas levantar la barbilla o bajar mucho la mirada para ver la TV.
Otros aspectos
Además de la altura y la inclinación, también hay otros detalles que pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, está la distancia que hay entre la pantalla y el usuario. Para que te hagas una idea, si tienes una Smart TV de 55 pulgadas, la distancia ideal es de 2,2 metros. Para calcularlo tienes que hacer lo siguiente: tamaño en pulgadas × 0,04. Y en este caso, hay que recordar, según el estándar SMPTE, que la recomendación en cuanto a la distancia es que la pantalla ocupe 30 grados de tu campo visual.
No obstante, en la web de Samsung muestra otra tabla que varía un poco la distancia. Aun así, la diferencia es mínima, apenas de 0,5 m.
Y, por otra parte, no hay que olvidarse los posibles reflejos. Sin duda, algo muy molesto que afectará a cómo de bien ves la TV. Debes comprobar que la tele no reciba luz directa de ventanas o lámparas que tengas en la habitación.

¿Y si la quiero ver tumbado en el sofá?
Aquí ya dependerá de si tienes la TV colgada en la pared o en el típico mueble. Si está en un mueble, no hay nada que puedas hacer, pero si está en un soporte que te permite moverla e inclinarla, la cosa cambia. De ser así, solo hay que inclinarla unos 15 o 20 grados si estás tumbado por completo. Ahora bien, si estás recostado, con unos 10 grados de inclinación son más que suficientes para disfrutar cómodamente de la televisión.