Aunque las ofertas de fibra óptica nos ofrecen unas velocidades en concreto, lo cierto es que hay dos casos en los que no vas a poder disfrutar de toda la velocidad que habías contratado con el operador. Por mucho que hayas contratado la fibra simétrica, únicamente disfrutarás al completo cuando tengas 100, 300 y 600 Mbps. Y es que, si en tu caso has contratado una tarifa con 1 Gbps o 10 Gbps, la cosa cambia.
La velocidad de la fibra óptica tiene un límite en estos casos, tanto es así que los operadores han tenido que volver a poner en la letra pequeña que esa no es la máxima velocidad que van a poder alcanzar en sus hogares o puestos de trabajo. Pero, ¿por qué pasa?
940 Mbps u 8 Gbps son el límite
Si en tu caso cuenta con una tarifa de 1 Gbps en casa o en tu oficina, puede que ya hayas comprobado por tu cuenta al hacer un test de velocidad en tu PC que está conectado por Ethernet que no llegas a los 1.000 Mbps. Por lo general, la máxima que alcanzará será de 940 Mbps. Y lo mismo ocurre con la fibra de 10 Gbps. De momento son Orange y Digi los que ofrecen esta velocidad, sin embargo, en sus pruebas han podido demostrar que la velocidad de descarga máxima se queda en torno a 8 u 8,5 Gbps.
Aunque con la fibra, al ir todo por FTTH, la velocidad que llega tendría que ser la contratada, en estos dos casos puntuales no será así siempre. La clave de esto está en la forma en la que nos conectamos al router, pues el principal factor que limita la velocidad es el cable Ethernet.
Por más que el puerto RJ45 de la mayoría de router de fibra sea Gigabit, no se consigue alcanzar por completo 1 Gbps de velocidad porque el cable necesita un espacio reservado para el encapsulamiento de las tramas Ethernet, donde se deja un margen conocido como overhead, o sobrecoste, con el objetivo de garantizar la entrega de los datos. No obstante, será diferente si utilizamos un puerto Ethernet 2,5G o, incluso, uno de 10 Gbps para una conexión de 1.000 Mbps.
Por ejemplo, Digi no advierte que aproximadamente será de 8 Gbps la velocidad máxima, por lo que nos recomiendan tener conexión por cable RJ45 categoría 6A y una tarjeta de red 10 Gbps o adaptador Thunderbolt 3 de 10 Gbps en el equipo.
Con la conexión WiFi es diferente
El límite de la conexión inalámbrica es diferente. Más que nada, porque nos encontramos routers con WiFi 6 que alcanzan velocidad de 3 o 6 Gbps y, aunque los equipos GPON tengan un límite en el transceptor SFP, conseguiremos alcanzar hasta un 1 Gbps. Y con un equipo XGS-PON ese límite sube hasta 1,5 Gbps. Por lo que si contamos con un equipo de estas características sí tendremos la posibilidad de disfrutar al máximo la tarifa de 1 Gbps.
Podemos llegar a experimentar una pérdida de 50 o 60 Mbps en las redes Gigabit. En cambio, en una red de 10 Gbps perderemos entre 1,5 o 2 Gbps de velocidad por dos factores esenciales: hay también overhead y la corrección de errores que realizan los operadores para dar estabilidad en la conexión a los clientes. Esto último significa que utilizan ese ancho de banda adicional para añadir la corrección oportuna, limitando mucho más la velocidad.
Y es que, la velocidad máxima de XGS-PON podría llegar a ser de 9.953,28 Mbps, el principal inconveniente que se deriva de añadir la corrección de errores es que la velocidad solamente podrá llegar a 8,5 Gbps, tal y como mostró por ejemplo Orange en la presentación de XGS-PON.
No obstante, también existe la posibilidad de alcanzar velocidades más elevadas si utilizamos los llamados Jumbo Frames. Nos referimos a frames de más de 1.500 bytes, los cuales se utilizan en conectividad Ethernet por defecto. De esta forma, se podría llegar a una velocidad máxima de hasta 9,4 Gbps. Aunque, si se usan frames de 9.000 bytes, la velocidad aumenta hasta 9,8 Gbps.
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