Nos referimos a correos spam a todos aquellos mensajes que nos llegan a Gmail, Outlook o cualquier servicio de similar de forma masiva y sin nuestro consentimiento. Según un informe de Kaspersky, el 45,60% de los emails que se enviaron en 2023 fueron catalogados como tal. En mi caso, no es diferente. Mi bandeja de entrada está llena de spam. Pero un ajuste en Gmail me ha ayudado a reducir el número de correos que me llegan de este tipo.
Google es consciente de que existe un problema preocupante con el spam en Gmail. Por ese motivo, sus desarrolladores no paran de trabajar en nuevas formas para detectar este tipo de mensajes no solicitados y que, así, dejen de molestarnos. Sin embargo, esto no es tarea fácil.
Normalmente, los correos que la marca tecnológica detecta que no son deseados los manda a una carpeta aparte. Pero hay muchos que terminan colándose en la bandeja principal. Nos llegan tantos a diario que, a veces, dificulta la tarea de encontrar los mensajes que sí que estábamos esperando. Por ejemplo, un email de un pedido de Amazon o uno del trabajo pueden ocultarse entre mucho spam.
Eso es justo lo que me pasaba a mí. Me llegaba tanto correo no solicitado que los verdaderamente importantes pasaban casi desapercibidos. Con el objetivo de acabar con esto, rebusqué entre los ajustes de mi cuenta de Google y di con una solución. Aunque la configuración que realicé no ha eliminado por completo el spam en mi Gmail, sí que lo ha reducido bastante. Tanto como para que considere oportuno compartir qué hice, para que más usuarios puedan aprovecharse y evitar que les llegue tanto spam.
Desvincula Gmail de servicios de terceros
La mayoría de ocasiones lo que llamamos spam no cumple estrictamente con la definición de dicho concepto. A veces, sí que hemos dado nuestro consentimiento para que una empresa nos envíe mensajes. No obstante, lo hemos hecho sin querer, al registrarnos y marcar la casilla para promociones, newsletters o cosas similares.
En esos casos, es muy sencillo rescindir los permisos. Así, no deberían seguir molestándonos. La manera más común es entrar en los mensajes que nos mandan y bajar hasta abajo hasta dar con un hipervínculo para darnos de baja. Pero ir de uno en uno de esta forma puede ser incómodo y un proceso muy lento.
Por ese motivo, me puse a buscar entre los ajustes de mi Gmail y di con una solución mucho más inmediata y rápida. Lo único que debemos hacer es entrar en «Gestionar mi cuenta de Google«, un apartado que encontramos al pulsar sobre la imagen de nuestro perfil en la esquina superior derecha. Ya sea desde la página web o desde la app para móviles.
A continuación, deberemos dirigirnos a la pestaña Seguridad y deslizar hacia abajo hasta dar con Aplicaciones y servicios de terceros. Ahí te aparecerán las plataformas digitales en las que has iniciado sesión con Google. Si hay alguna que ya no usas o compruebas que alguna puede estar dando tus datos a otras compañías, podrás seleccionarlas. Una vez dentro, solo tendrás que pulsar en Eliminar todas las conexiones que tienes con [nombre del servicio].
Al hacerlo, Google te recordará que algunas funciones de la plataforma podrían dejar de estar disponibles. O que incluso podrían no tener acceso a la app de turno. Sin embargo, los datos que hayas compartido con la empresa no se eliminarán y deberás iniciar sesión en el servicio en cuestión para pedir que los borren.
En este apartado, no solo te saldrán los sitios en los que has iniciado sesión con Google. También podrás ver cuáles tienen cualquier acceso a tu cuenta, al calendario, a tus contactos, a tus documentos, hojas de cálculo y presentaciones o a Google Drive.
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