Los aficionados a la fotografía que ya le dábamos caña a nuestros aparatos favoritos en el “pasado” hemos asistido con devoción a la evolución de la fotografía en los teléfonos móviles. Hoy en día no tiene ya mucho sentido comprarse una cámara compacta, y quizá dentro de no mucho también ocurra con las réflex o sin espejo. Pero aún así, no todos los modelos nos generan el mismo amor por la fotografía.
La afinidad es algo importante y a veces de forma consciente, y otras veces no, estamos más cómodos con unas cámaras o con otras. Con unos móviles o con otros. Priorizando la fotografía en la mayoría de mis compras, lo cierto es que nunca he tenido una mala cámara subida a ninguno de mis teléfonos móviles, pero con el Xiaomi 13 Pro he tenido un flechazo instantáneo. Potencia, calidad, versatilidad. Una tormenta perfecta que, según mi Google Fotos, se ha traducido en casi 1.000 fotografías en apenas dos meses.
Quizá mi “amor verdadero” no sea el Xiaomi 13 Ultra, sino el 13 Pro
Como ya contamos aquí en el momento de su llegada, **el Xiaomi 13 Pro se convirtió en su momento en el rey de la fotografía** para un Xiaomi que aún no había presentado el Xiaomi 13 Ultra. Un modelo que, por cierto, se trata de una mejora sobre el citado 13 Pro. Hablamos del mismo equipo de cámaras con un sensor y una lente extra, pero con la base del que hoy nos ha traído aquí. Me ha traído aquí.
En el momento del lanzamiento del Xiaomi 13 Ultra declaré aquí mismo que era el teléfono que quería comprarme, por la mezcla entre su potencia y versatilidad y mi amor por la fotografía. Pero el tiempo que llevo con el Xiaomi 13 Pro en el bolsillo ha demostrado que, quizá, ya he encontrado a mi alma gemela. En algo menos de dos meses, mi relación con el Xiaomi 13 Pro ha generado casi 1.000 fotografías. Nada mal teniendo en cuenta que me paso en casa 5 días a la semana, algunas semanas incluso más.
La experiencia fotografiando con el Xiaomi 13 Pro es difícil de explicar a quien no lo ha probado. Ocurre que el modelo destaca especialmente por un modo retrato que ya de por sí es potente, pero que además llega ‘tuneado’ por los filtros que ha diseñado Leica para el teléfono. Filtros, aunque es más justo decir que son modos fotográficos, que permiten obtener efectos que se asemejan mucho al de las cámaras de Leica. Fotografías en 90, 50 y 35 milímetros que enamoran. Sobre todo el filtro en blanco y negro, que es una auténtica maravilla.
Fotografiar con el Xiaomi 13 Pro es divertidísimo
Pero además, la cámara principal del Xiaomi 13 Pro también es excepcional. Fotografías con buena dosis de color sin necesidad de activar un HDR que tenemos siempre presente, y que ofrece un buen bokeh natural. Ocurre lo mismo cuando hacemos zoom y el sensor de 50 megapíxeles se recorta para ampliar nuestras fotografías. Incluso la cámara súper gran angular es realmente divertida. Pero qué duda cabe que el modo retrato es lo más divertido que he probado en años.
Tardas un poco en acostumbrarte al hecho de que el retrato del Xiaomi 13 Pro te acerca mucho al sujeto a fotografiar. No en vano, pasamos de los 23 milímetros de la cámara principal a los 75 milímetros del teleobjetivo, algo más de 3 aumentos ópticos. Pero una vez te has hecho a eso, fotografiar con este móvil es una auténtica pasada a muchos niveles. El detalle que obtiene en el primer plano es una maravilla y el desenfoque de los bordes de los objetos es sumamente preciso, hasta el punto que llegas a pensar que no hay participación de la inteligencia artificial del teléfono. Aunque sí que la hay, pese a que buena parte del proceso sea “mecánico” por el uso de varias cámaras al mismo tiempo.
El resultado de este amor, de este flechazo es que en dos meses, desde el 16 del pasado mes de marzo hasta el 14 de mayo que escribo este artículo, en la carpeta de cámara de mi Xiaomi 13 Pro hay 995 fotografías. Una media de prácticamente 500 fotos al mes, algo que ya me está causando problemas de almacenamiento en Google Fotos, por cierto. Si me fijo en las 85 fotografías que hice en febrero, la distancia es abismal.
Sí, el Xiaomi 13 Pro es una auténtica maravilla a muchos niveles. Batería, pantalla, potencia bruta, experiencia. Es una obra maestra de Xiaomi y es algo que hay que reconocer, seas fan de la marca o no. Pero lo del equipo de cámaras es otro nivel completamente diferente. Es cierto que el Xiaomi 13 Ultra ofrece un accesorio para convertir el móvil en una cámara compacta, gritando a los cuatro vientos que es su móvil fotográfico más profesional. Pero medio pasito por detrás tenemos a una auténtica joya como es el Xiaomi 13 Pro. Amor a primer disparo. Puro amor a quemarropa.
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La noticia
Mi Google Fotos no miente, hace mucho que no me divertía tanto con la cámara de un móvil como con el Xiaomi 13 Pro
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Mundo Xiaomi
por
Samuel Fernández
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