La fibra óptica se ha convertido en el método más habitual de muchos usuarios para conectarse a Internet gracias a su velocidad y a todas las ventajas que supone. Más allá de las diferencias entre FTTH y HFC, la instalación de la fibra suele ser compleja y eso hace que aparezca la fibra oscura, kilómetros y kilómetros de red instalada que no está en uso y que se denomina fibra oscura.
¿Qué es la fibra oscura? ¿Para qué sirve y qué funciones cumple? La fibra oscura mueve millones de euros y tiene ventajas como mayor velocidad o previsión de futuro cuando se sature la fibra que está en uso. Te explicamos qué es, cuál es su objetivo o por qué está instalada.
¿Qué es la fibra oscura?
Quizá hayas oído hablar de este término, fibra oscura, y no sepas a qué se refiere. No tiene nada de oculto ni de operación gubernamental encubierta ni tiene ningún misterio detrás. Se denomina oscura a la fibra que está desplegada pero que aún no ha sido ‘iluminada’, es decir, activada para su uso. Esto no quiere decir que esa fibra no sirva para nada o que sea un derroche tener miles de kilómetros de fibra oscura desplegados por España. Se trata de una previsión de futuro, así la infraestructura queda lista y los futuros clientes pueden alquilarla y darle el uso que mejor les convenga.
La fibra oscura, entonces, es una fibra óptica que ha sido desplegada pero no se utiliza. Es decir, en caso de una obra o de cualquier otro motivo se ha instalado la fibra en una zona determinada o ciudad pero aún no se ha puesto en marcha o no está en uso. Esto tiene una explicación sencilla. Al abrir una zanja en una calle o en una obra de mayor envergadura para instalar esta fibra óptica, si sólo se instalase la que se va a utilizar en ese momento, cuando su capacidad se quede corta y se necesiten más kilómetros de cable, se tendría que volver a realizar la obra, volver a levantar el pavimento de la calle, volver a instalar el cable de fibra óptica y así demasiadas veces, con los costes que ello implicaría y las incomodidades para todos.
Necesaria aunque esté en desuso
¿Y por qué se tira una fibra óptica que se va a tener en desuso? Aparentemente, puede parecer inútil que haya millones de kilómetros de fibra oscura y que estén sin usar pero tiene una explicación. Muchos de estos kilómetros funcionan como red secundaria que puede usarse en caso de que la principal tenga algún error o se sature en un momento concreto. Pero otro de los usos más habituales de la fibra oscura es que se han implantado aprovechando obras o trabajos en zonas donde se sabe que próximamente pueden hacer falta. Por ejemplo, en un parque tecnológico en el que se espera que haya muchas empresas que requieran un gran tráfico de datos y que puede que haga falta en un futuro próximo cuando estas lleguen.
Como red secundaria o pensando en las necesidades del futuro, se aprovecha cualquier circunstancia para hacer las instalaciones y seguir añadiendo kilómetros de esta llamada fibra oscura. Pensando en el futuro, pensando en que estos cables podrán ser útiles cuando haya más usuarios en ese espacio o cuando se requiera una mejor velocidad por el aumento de viviendas, de empresas, etc.
La CNMC realiza una analogía válida para este caso, comparando un embotellamiento de tráfico en una vía que une dos ciudades. Si se tienen más carriles y vías alternativas, el tráfico será más fluido. Por eso, entendiendo que en el futuro habrá más conexiones y a más velocidad, esta fibra oscura es una medida de prevención y de previsión a tener en cuenta. En este caso, el operador que posee la fibra oscura es quien cede o alquila la carretera y la empresa compradora la encargada de instalar, en ambos lados de la misma, aquellos equipos que van a servir para el intercambio de datos, como veremos más adelante con el ejemplo de las entidades bancarias.
Fibra oscura en España
Según los datos de la CNMC, hay dos millones de kilómetros de cableado de fibra oscura en nuestro país y la mayor parte de este espacio pertenece a sólo dos empresas. El cableado actual de España, según cifras de finales de 2019, pertenece a la empresa Reintel (propiedad de Red Eléctrica) y a la empresa Lyntia (fondo de inversión Anti Infrastructure Partners) Estas dos compañías tienen más del 90% del mercado de la fibra oscura que hay en nuestro país y tienen el poder de la misma.
Un acuerdo firmado en los últimos meses aclara que Lyntia tiene en exclusiva, a largo plazo, toda la red de fibra óptica oscura de Endesa. Como puedes ver en el gráfico de 2019, la capacidad de fibra oscura por operador se repaete entre muy pocos, siendo Red Eléctrica (Reintel) la principal dueña de los kilómetros en España a falta de tener datos actualizados de 2020.
¿Quién compra fibra oscura?
Cuando pensemos en la fibra óptica no tenemos que pensar únicamente en el uso doméstico que le damos, hay muchas empresas a las que esta fibra oscura les realiza un servicio fundamental ya que pueden comprar vías de esta fibra para interconectar sus diferentes sedes, como los bancos con sus oficinas, sin interferir ni encontrarse con líneas saturadas o más lentas. Así, si una entidad bancaria compra fibra oscura, podrá interconectar sus oficinas y sus sedes centrales de forma fluida y rápida, iluminando una red ya existente gracias a esa fibra oscura adquirida.
Esto además es una oportunidad de negocio para aquellas empresas que hayan tendido la fibra y que sean sus poseedoras. El alquiler o cesión de esta fibra se realiza en bruto, es decir, será el comprador el que decida el uso que le quiere dar y la tecnología de transmisión que quiere aplicar.
¿Cuánto dinero mueve y qué ventajas tiene?
Las decenas de miles de kilómetros de fibra oscura desplegados en España cuestan muchísimo dinero. Y también lo mueven. El negocio de la fibra oscura tuvo una facturación de más de 165 millones de euros en 2018. Las empresas que lo compran para crear sus redes ven en esta fibra oscura una oportunidad de mejorar sus infraestructuras y confían en sus ventajas, como por ejemplo:
- Máximo control de la red: esta fibra ayudará a las empresas a crear una red y a mantener el control absoluto sobre ella, es decir, al comprar el cableado elegirá la tecnología de transmisión, tendrá el control sobre los equipos que transmitan y, además, no deberá compartirla con otras empresas ni con la competencia.
- Privacidad: al tratarse de una fibra que no es pública, el comprador final de esta red podrá transferir sus datos de un equipo propio a otro sin interferencias ni problemas de seguridad.
- Mayores velocidades y transferencias: por estos mismos motivos, cuando una empresa compre este tipo de fibra, la velocidad y la magnitud de las transferencias que haya circular por esa red serán mayores y la empresa podrá optimizar los recursos como mejor le convenga
En conclusión, esta fibra oscura que puede parecer un desperdicio o un derroche a ojos inexpertos resulta una enorme oportunidad de negocio tanto para las empresas poseedoras (por el dinero que ganan con su alquiler) como para aquellas arrendadoras (por las ventajas y comodidades de crear una red punto a punto para sus empresas) y, además, una importante previsión de futuro, ya que la tecnología sigue avanzando y gracias a estos kilómetros de fibra oscura ya desplegados podremos tener capacidad para conducirla. A más carriles, más fluidez, más velocidad y mejor transmisión. Y con esos miles de kilómetros de fibra oscura, los proveedores se han encargado de que tanto el uso doméstico, como el de los parques tecnológicos como el de las empresas particulares pueda quedar satisfecho en el futuro.
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