Aunque las grandes vacaciones de agosto ya están a punto de acabarse, hay muchos que prefieren esperar un poco y escoger septiembre u octubre para sus vacaciones. Por ello no está de más recordar que, aunque dependiendo del caso cogerse un Airbnb puede seguir siendo una buena idea, lo cierto es que la plataforma no se encuentra en su mejor momento actualmente, y hay algunas cosas que deberías tener en cuenta si estás pensando en alquilar algo con esta app en lugar de ir a un hotel.
La app de alquiler sigue siendo interesante para compartir viaje con un grupo grande de amigos o familiares, ya que la posibilidad de alquilar una vivienda entera con muchas habitaciones puede parecer más cómoda que ir a un hotel y tener que coger varias habitaciones separadas. Pero, aunque esto es cierto, también hay que tener en cuenta que muchas personas están algo desencantadas con la plataforma.
Aunque Airbnb te da libertad a la hora de coger el apartamento que quieras y hacer lo que sea sin tener que seguir más que las normas básicas, un Airbnb sigue siendo más incómodo que un hotel por varias razones.
En primer lugar, recuerda que los anfitriones, normalmente, tratan el alquiler por Airbnb como un ingreso extra al mes y prácticamente pasivo, sin querer dedicarle mucho tiempo a su gestión. Esa búsqueda de una ganancia fija que no requiera de muchas atenciones (normalmente son personas con otros trabajos aparte del de arrendatario), hace que muchas veces los anfitriones no estén pendientes al chat, tarden en responder, o incluso haya algunas confusiones a la hora de entrar en la vivienda.
Renuncias a comodidades de hotel
No tiene por qué transformarse en un problema, pero como caso personal, la última vez que cogí un Airbnb con unas amigas tuvimos que hablar un rato con unos vecinos para entender cuál era el paradero de nuestra anfitriona, que no respondía a nuestros mensajes. Resulta que estaba en la playa, y aunque al cabo de un rato retomó la conversación y pudimos entrar, esto ya implicó un retraso que no tienes por qué sufrir en un hotel.
Una vez dentro de la vivienda, aunque esta anfitriona sí tuvo el detalle de dejar cápsulas para café, bolsas de té y una botella de agua en el frigorífico, nos chocó mucho ver que las camas no estaban hechas. Las sábanas las tuvimos que buscar nosotros, sin que la propietaria nos hubiese dado ninguna indicación previamente sobre dónde encontrarlas. Además, tener que hacer las camas cuando esperábamos tener, al menos eso, ya preparado, fue un jarro de agua fría. Como es de suponer, las sábanas estaban en un armario, pero era una casa con varias habitaciones, por lo que tuvo que pasar un rato hasta que las encontramos.
En un hotel, las camas ya están hechas, y además, con sábanas limpias, en lugar de las sábanas de aspecto viejo y algo polvoriento que nos encontramos en esta vivienda.
Esto solo es un caso personal, pero son muchos los usuarios a los que no le gusta lo fría que es la relación entre anfitrión e inquilino en muchas ocasiones. Y esto, por no hablar de las estafas que sufren algunas personas dentro de la app, o de las rocambolescas historias de espionaje que han ocurrido a algunos visitantes. Pero es que no es solo eso, sino que a menudo los propietarios intentarán cobrarte comisiones extra por limpieza desproporcionadas, o se inventarán un nuevo ‘impuesto turístico’ del Ayuntamiento que, en realidad, se quedan ellos.
Tensión vecinal
Además, tienes que tener en cuenta que la cantidad de manifestaciones en contra del turismo masivo y, en particular, contra la especulación con Airbnb se han extendido por muchas regiones no solo de España, sino de otros países y ciudades turísticas. Esto no significa que te vayas a encontrar la propiedad vandalizada, pero has de tener en cuenta que puede existir cierto clima de tensión en algunas comunidades, sobre todo si los vecinos no están de acuerdo con que exista una plaza de Airbnb en su edificio.
Los hoteles, en su lugar, siguen cumpliendo su trabajo en cuanto a comodidades, y a diferencia de los Airbnb, el bienestar y satisfacción de sus huéspedes son sus principales objetivos. En un Airbnb, puedes encontrarte con un trato mucho más despreocupado, y una vivienda con unas condiciones muy justas. Sí, también es cierto que los precios de las habitaciones de hotel han estado subiendo ininterrumpidamente, pero los anfitriones de Airbnb tampoco regalan sus espacios.
Al final, dependerá del lugar al que vayas y de la comparación que hagas respecto a los precios de hoteles y hostales. Pero, al menos, considera también la posibilidad de un hotel, teniendo en cuenta que muchos barrios están adoptando una visión negativa sobre los Airbnb. Para que tus vacaciones sean ideales, deberías poder sentirte a gusto y en respeto con el lugar al que te dirijas, y evitar disgustos innecesarios, como verte rodeado de carteles y pintadas en el barrio que se quejan de la crisis de vivienda. Son elementos a considerar, aunque la decisión sea tuya.
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